Las personas que conforman la organización son todo. Más allá de los recursos financieros, tecnológicos, operativos, del sector, del mercado, de los aliados y los clientes, de nuestras ventajas competitivas y de nuestro liderazgo; es la gente la que hace que todo pase.
Las personas son el activo, recurso y talento que más desgaste tiene en la organización, tanto por el trabajo en sí, como por el esfuerzo de compensación emocional ante los cambios, éxitos y fracasos constantes, y por la interacción entre las personas para el cumplimiento de metas y la solución de problemas.
El desgaste es el primer punto que no podemos olvidar, y siempre debemos considerar cuando vamos a mediar con equipos de trabajo, aún y cuando quisiéramos pensar o creer lo contrario, que el trabajo diario va impactando de forma directa en el bien estar, bien sentir y bien actuar de la gente, y su cuidado y fortalecimiento es más complejo incluso que cualquier otro sistema o mecanismo de la organización.
Otro punto es reconocer que no todas las personas reaccionan igual al desgaste y es muy probable que necesitemos ser más sensibles y facilitadores ante la diferente respuesta que puedan tener nuestras y nuestros compañeros.
Tercer punto, el cansancio, agotamiento y desgaste disminuye nuestra capacidad de respuesta, de comprensión y de acercamiento emocional, por lo que el esfuerzo y trabajo hacia una mediación, debe ser del líder.
Cuarto punto y más importante, es nuestra responsabilidad, oportunidad y compromiso atender siempre al equipo de trabajo, antes que cualquier cosa, privilegiar el conocer, acompañar y fortalecer al equipo debe ser la tarea número uno de la agenda, y cuando eso no sea posible, ser atentas y atentos a crear condiciones de escucha, posibilidad y mediación entre las diferentes emociones, creencias, pensamientos, posibilidades o desafíos que se presenten.
Mediar con el equipo se convierte en una necesidad permanente, lo cual nos llevará al trabajo personal de identificar y reconocer cómo nos encontramos en nuestra habilidad y sensibilidad personal respecto a las y los demás, por que es muy probable que también nosotras y nosotros como líderes, estemos enfrentando algún nivel de desgaste, sólo que en nuestra posición de liderazgo, somos nosotras y nosotros quienes tenemos que marcar la pauta del juego en favor de las personas, la cultura y la empresa.
Recuerda que en ResilienciaOrganizacional.org contamos con la experiencia, recursos y mecanismos para fortalecerte en y a tu organización.
Fernando Hernández Avilés / Presidente de Resiliencia Organizacional
Twitter: @generacambios / (+521) 559191-9292 / www.resilienciaorganizacional.org
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